Centro Internacional de Hermanos
CIFH - Bogotá

Misioneros Combonianos

San Daniel Comboni - Biografía

Daniel Comboni fue un Pastor, Padre y Profeta del continente africano. Nació en Limone sul Garda (Brescia, Italia) el 15 de marzo de 1831, en una familia de campesinos al servicio de un rico señor de la zona.
Su padre Luigi y su madre Domenica estuvieron muy unidos a Daniel, que fue el cuarto de ocho hijos, y el único sobreviviente. Ellos tres formaban una familia unida, de fe profunda y rica de valores humanos, pero pobre de medios materiales.
La pobreza de la familia empuja a Daniel a dejar su pueblo para ir a la escuela a Verona, en el Instituto fundado por el sacerdote don Nicolás Mazza.
Durante los años pasados en Verona Daniel descubre su vocación sacerdotal y misionera, cursó los estudios de filosofía y teología y, sobre todo, se abrió a la misión de África Central, atraído por el testimonio de los primeros misioneros del Instituto Mazza que volverían del continente africano.
Comboni trabajó incansablemente por liberar a muchos esclavos, por dar protagonismo a las mujeres africanas, por buscar vocaciones autóctonas y, sobre todo, en la animación misionera de las iglesias.
El 10 de octubre de 1881, a los 50 años de edad, marcado por la cruz que nunca lo ha abandonado "como fiel y amada esposa", Comboni murió en Jartum (Sudan), en medio de su gente, consciente de que su obra misionera no moriría.
Comboni acertó. Hoy su obra no ha muerto. Como todas las grandes realidades que "nacen al pie de la cruz", sigue viva gracias al don que de la propia vida han hecho y hacen tantos hombres y mujeres que han querido seguir a Comboni por el camino difícil y fascinante de la misión, entre los pueblos más pobres en la fe y más abandonados de la solidaridad de los hombres.
La Iglesia reconoció el trabajo y la entrega misionera de Comboni, por eso, el 5 de octubre del 2003, el Papa Juan Pablo II lo canonizó poniendo como ejemplo a seguir en la vida misionera. Su fiesta principal se celebra el 10 de octubre.

 

Misioneros Combonianos

Daniel Comboni, luego de ser ordenado sacerdote en el Instituto de Niccola Mazza, fue destinado como misionero al Vicariato Apostólico del África Central (actual Arquidiócesis de Jartúm) junto a otros cinco misioneros, el 14 de febrero de 1858. La empresa falló por la muerte de los compañeros de Comboni. Razón por la cual tuvo que regresar a Italia.

El 1 de junio de 1867, Comboni fundó en Verona un seminario para las misiones extranjeras, una especie de compañía de sacerdotes y laicos, sin voto alguno, aparte de la fidelidad al instituto, contando con la colaboración de los jesuitas para la educacón de los futuros misioneros. Comboni llamó a la Compañía Hijos del Sagrado Corazón de Jesús. El 8 de diciembre de 1871 el obispo de Verona aprobó el instituto, convirténdose en una sociedad de derecho diocesano. En 1877 el fundador fue nombrado vicario apostólico del África Central y se trasladó a Jartum, sede del Vicariato. Allí murió en 1881.
El primer sucesor de Comboni, Francesco Sogaro, en 1885 transformó la sociedad en una congregación de votos simples, con la aprobación de Propaganda Fide. Bajo el gobierno de Sogaro la congregación no pudo regresar a Jartum a causa de la Guerra mahdista, sino hasta 1899, cuando las tropas sudanesas fueron derrotadas por los anglo-egipcios.
La congregación recibió el decreto pontificio de alabanza el 7 de junio de 1895. En 1910 la Santa Sede aprobó definitivamente las Constituciones. Con el tiempo se fueron creando ciertas facciones entre los misioneros italianos y los misioneros de lengua alemana, especialmente en el período de la I Guerra Mundial, por lo que 27 de julio de 1923, la Santa Sede decidió mediar separando la rama alemana de los italianos y constituyéndolos en una congregación independiente: los Misioneros Hijos del Sagrado Corazón de Jesús, aprobados definitivamente el 18 de marzo de 1924. Fue luego del Concilio Vaticano II, con el llamado de la Iglesia a redescubrir los orígenes de la vida consagrada y de cada instituto, que las dos ramas decidieron reunirse nuevamente en una sola congregación (1975), con el nombre de Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, con la aprobación de la Santa Sede el 22 de junio de 1979.
El fundador fue beatificado por el papa Juan Pablo II en 1996 y canonizado por el mismo pontífice el 5 de octubre de 2003.
Su identidad está definida por su Regla de Vida: "Los Mccj son una comunidad de hermanos llamados por Dios y consagrados a El mediante los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia para el servicio misionero en el mundo, según el carisma de Daniel Comboni "(RV No. 10).

 

Presencia en Colombia  

Los Misioneros Combonianos cuentan con 35 años de presencia en Colombia, colaborando en la animación misionera de la Iglesia local y en el trabajo pastoral, especialmente entre poblaciones afrodescendientes.  

Cali 
Los Misioneros Combonianos llegaron a Colombia en 1982, como parte de la provincia de Ecuador. Inicialmente, se establecieron en Cali (Valle) con el objetivo de animar misioneramente a la Iglesia colombiana y promover vocaciones a la vida misionera, especialmente a través de la publicación de la revista Iglesia Sinfronteras.   En Cali, los Combonianos también asumieron la atención pastoral del Santuario de Nuestra Señora de Fátima en el barrio Granada y la formación de laicos en el centro de retiros creado para tal fin.      
Además, dos misioneros combonianos vivieron una presencia de inserción entre los habitantes de una invasión del Jarillón del Cauca, un 90% de los cuales eran de origen afroamericano.     
En 2008, después de atender el Santuario de Nuestra Señora de Fátima en el barrio Granada durante más de 20 años, se decidió entregar el santuario a la arquidiócesis de Cali para hacer una experiencia de inserción y evangelización en una comunidad donde la mayoría de población fuera afrocolombiana. Así fue como se llegó a establecer la presencia comboniana en el barrio de Charco Azul, para llevar adelante un trabajo de evangelización y promoción humana desde la capilla María Madre del Buen Pastor.    

Bogotá
 
En 1986, se abrió otra comunidad de animación misionera y promoción de las revistas Iglesia Sinfronteras y, desde el año 2000, Aguiluchos (para niños) en Bogotá. Al año siguiente, 1989, la Dirección General del Instituto decidió establecer un centro internacional para la formación de misioneros combonianos hermanos en el barrio Simón Bolivar de la capital colombiana. Entre los actividades de desarrollo humano promovidas por el centro de hermanos, destaca la Iniciativa Educativa Colectiva Afrocolombiana (IECA), que busca favorecer, a través de la educación y de proyectos productivos, la regeneración de la realidad desde los mismos afrocolombianos.  
En 1994, se estableció, en la Cra. 16A de Bogotá,  un pre-postulandato y, después, un postulantado para la formación de jóvenes colombianos aspirantes a la vida misionera. Cuando, en 1997, se trasladó el postulantado a la ciudad de Medellín, ese centro se convirtió en sede de la revista y la editorial Iglesia Sinfronteras, que hasta entonces habían permanecido en Cali.     
El 1 de enero de 2002, tuvo lugar la constitución de la Delegación de Colombia de los Misioneros Combonianos, como jurisdicción independiente de la Provincia comboniana de  Ecuador. Al año siguiente, la sede oficial de la Delegación y del Centro de Animación Misionera (CAM) de Bogotá pasó a su actual ubicación en la Calle 42 nº 13-50.    

 Aguachica 
Con la llegada de nuevos refuerzos de misioneros, en 1992 se vio oportuno iniciar un compromiso pastoral en Aguachica (Cesar) con el objetivo de  acompañar a las poblaciones campesinas que vivían abandonadas en una situación de pobreza y miedo ante los grupos armados que hacían presencia en la región. Los Misioneros Combonianos abrieron la parroquia de María Auxiliadora en un barrio  periférico de Aguachica, cuyos habitantes eran en su mayoría desplazados de otros lugares por el conflicto armado. En 2006, después de haber levantado las estructuras físicas y pastorales, se entregó la parroquia a la diócesis de Ocaña.       
Medellín 
La presencia comboniana en Medellín (Antioquia) se inició con el traslado del postulantado de Bogotá al barrio la Pola (Robledo) de esa ciudad en 1997. Desde entonces, la comunidad se ha dedicado a la formación de jóvenes colombianos y a la animación misionera de la Iglesia local.
    
Tumaco En el año 2004, los Misioneros Combonianos asumieron un compromiso pastoral en Tumaco (Nariño), dedicándose sobre todo al acompañamiento de la población mayoritariamente afrodescendiente, que vive en situaciones muy marcadas de pobreza y de violencia. Desde 2004, atienden la parroquia de la Resurrección, en el barrio el Pindo, y colaboran con las comisiones diocesanas de pastoral afro, catequesis, pastoral juvenil y las Obras Misionales Pontificias (O.M.P.). En el barrio Nuevo Milenio establecieron el Centro Afro Juvenil, una iniciativa cultural y educativa de apoyo para los jóvenes. Además, un comboniano fundó y dirige la Casa de la Memoria, en recuerdo de las víctimas de la violencia en la región.    

Altos de Cazucá El P. Franco Nascimbene, misionero comboniano que lleva años viviendo en medio de poblaciones marginadas, se estableció en 2015 en una casa alquilada del barrio El Oasis, en los Altos de Cazucá (Soacha).  Allí comparte la existencia con sus vecinos, especialmente los afrodescendientes, ganándose la vida con la producción y venta de leche de soya. Las tardes las dedica a buscar y visitar a las familias afro de la zona, conocida como “el pequeño Chocó”, y a formar grupos de reflexión y oración con ellas.                                                                                              
La  presencia de los Misioneros Combonianos en Colombia quiere ser un pequeño signo del Reino de Dios en la proclamación y testimonio del Evangelio con acciones de solidaridad con los grupos sociales más desfavorecidos, con acciones a favor de la justicia y derechos humanos, con la difusión de la conciencia misionera a través de las revistas misioneras, la radio y las visitas a las parroquias.